martes, 26 de octubre de 2010

Perdí su dirección, perdí su calle.
Tenía la sana costumbre de, cada vez que pasaba por ahí acordarme cuál era la calle en donde vivía y acordarme de todas las veces que me reí con él y sentirme dichosa, aferrarme a ese sentimiento tierno que me despertaba y pensar, que nunca jamás iba a poder sentir eso por alguien más. Que nadie me lo iba a poder dar porque era algo tan puro que solo podía darse en la niñez... Aferraba ese sentimiento como algo precioso, ese recuerdo como un salvavidas.
Y hoy me sorprende pasar por esas calles y no ver nada. Verlas a todas iguales. Porque yo sabía QUÉ CALLE con QUÉ SAUCES era. No eran todas iguales, jamás.
Hoy sí.
Qué pasó?

6 comentarios:

  1. Así como nos enamoramos, nos desenamoramos.
    A veces le ponemos mucho drama, pero los sentimientos pueden durar menos que un pedo en la mano.

    (que apocalíptica que soy, che)

    ResponderEliminar
  2. Hay una cosa que me llama la atención, ahí arriba, en la barra de direcciones, despues del nombre de tu blog aparece un "la-libertad-de-andar-en-bolas-en-tu.html". WTF?

    Por ahí te confundiste de calle, ¿No probaste con Fosfovita?

    ResponderEliminar
  3. No sé, flash.
    Mirá ahí tenés la foto :P

    http://www.imaxenes.com/imagen/flash1oi21ey.jpg.html

    ResponderEliminar
  4. http://annmusicworld.blogspot.com/2010/10/la-libertad-de-andar-en-bolas-en-tu.html#comments JAJJAJAAJ ES LO MÁS.

    Soñar es lo mejor de acostarse a dormir, te juro.

    ResponderEliminar
  5. muy bueno...como la geografía la marcan las personas

    ResponderEliminar