La travesía.

Miré el celular. 3. 30 AM y cero msjs como respuesta. "Ok. Me chupa un huevo me mando igual" Cerré los ojitos y dormité exactamente media hr más. No quería desayunar, no me importaba. Me cambié, llamé el remisse y partí.

Pisé la terminal con la ansiedad de encontrar las boleterías abiertas a esa hora y... BINGO! Lo estaban! Nunca quise tanto ese lugar como en ese momento. Se me vinieron a la cabeza los toooodos los momentos que vivi ahi como si estuviese por morirme y repasara mi vida.

Subí al Plaza (♥) y me dediqué a sufrir el resto del viaje, mientras que lo empujaba con mis pensamientos "acelerá acelerá acelerá" surtiendo el efecto contrario algunas veces. Sabía que estaba llegando tarde. Así que ni bien bajé me convertí en un blackbird: No corría... volaba literalmente.

Con distancia de una cuadra a las 6 de la mañana corrí a sentarme en mi lugarcito, y finalmente me dediqué a esperar: llegaron mis dos amigas, socialicé con un guitarrista de una banda que fui a ver hace mucho (un buen tipo), cayó el novio de una de ellas y la fila se hizo... sobrellevable sacando negras o corcheas según los golpes de los constructores que teníamos al lado, entre otras cosas. Era algo nomás del infierno.

En el ultimo tramo ya no sabíamos como pararnos y para colmo, cuando tuvimos diez personas adelante sale una vieja y nos comunica muy sonrientemente: "Quedan 350"

EMPECÉ A TEMBLAR literalmente.

Sentía la cuchilla de la guillotina rozandome la nuca y la espalda y empecé a prepararme para lo peor: " Lloro? no lloro? Me contengo! Bien, y si es asi no hablo con nadie mas o menos por una semana" Listo.

Hasta que el tipito que controlaba la fila me pone la mano y me dice. "PASÁ" Uffff!!!

"Hola sí quiero me entrada, quedan?"-

"Sector G" (donde carajo es eso????)

"Dámela igual!!!!"

Y en en ese momento Rockefeller era un poroto. Puse los billetes sobre la mesa y empecé a contar. Listo entrada en mano. Vas a ver a Paul Mc Cartney.

Hubiese saltado gritado y demás. Pero por respeto a las personas que no pudieron conseguir y que no estaban mucho más lejos que yo (o sea que se comieron de 6 a más hrs de cola) no consiguieron. Fue un triunfo agridulce.