jueves, 21 de octubre de 2010

Ella

La conocí desnuda y entró a mi sin preguntar como las mejores cosas que me pasaron en la vida.
Me acogió entre sus brazos como una madre cuando la mía me faltaba. Me consoló cantando en las dulces cuerdas de mi guitarra, en los pájaros que cantan por la mañana. Llenó mis oídos para que no escuchara más nada de esas cosas terribles que por ahí andaban...
Vino en las voces de muchos viajeros y me dio vuelo para abrir mis propias alas. Y yo que me revelaba, no pude más que perder mi cabeza en ella.
Me llevó anestesiada, embriagada y profundamente dominada: Conocí amores fugaces y amistades perdurables... escribí historias, escribí escribí, escribí...
Me contó que a ella le habían dibujado un vestuario para poder recordarla, porque las mentes humanas son demasiado estrechas para apreciarla cuando es abstracta. Pero ella sabe que quienes la aman la conocen desnuda y conocen su alma. Ella sabe que son como sus hijos, que sembró una semilla en sus almas.
Yo la quiero para toda la vida, pero tengo miedo de alejarla.
Me recorre como las venas a mi cuerpo y así me alimenta.
Ya creo imposible de mi,
separarla.

3 comentarios:

  1. DIOs! Qué bueno que te vallas a ver a Paul (L)
    Ojalá pudiera, disfrutá por mi!

    Beso y suerte

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  2. Ahahha si paso este texto a mi persona, sin duda estaría hablando de la madre poesía.

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  3. Vivir rodeado de música es lo mejor que puedo hacer por mi mismo... :)

    Un abrazo y que disfrutes el recital!

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