martes, 25 de enero de 2011

El castigo de Electra

La furia y la locura invaden su vida. Su mente marchita, sus ojos vacìos, su boca blasfema... todos sus antiguos gestos dulcesse habian desvanecido con el suceder del tiempo. Ella misma se habia desintegrado en el viento.
Su dolor cegó su egoismo y los liberò como a una bestia enjaulada, voraz y hambrienta hacia la macabra opcion de odiar. Y se dispuso a hacerlo, asì como alguna vez amo. Si es que alguna vez, amò.
Alzó su venganza contra su madre: reconstruyó cadenas alli donde la misma habia iniciado luchas por liberarse de ellas, alli donde su mano se había extendido para alimentarla y darle el sustento de vida, allì se decidió a escupir.
No entendió jamás, que aquel al que llamaba su padre, se habia cavado su propia tumba lanzando las injurias de las que su madre intento protegerla. Quizàs hubiese necesitado sufrilas.
Serà, tal vez, su castigo, ver en sus ojos los de su madre, por los que ha recibido alagos, de aquella que la amaba y de aquella a quien tratò de hundir, hasta el final de sus dìas, reflejados en ella

2 comentarios: