Perdí su dirección, perdí su calle.

Tenía la sana costumbre de, cada vez que pasaba por ahí acordarme cuál era la calle en donde vivía y acordarme de todas las veces que me reí con él y sentirme dichosa, aferrarme a ese sentimiento tierno que me despertaba y pensar, que nunca jamás iba a poder sentir eso por alguien más. Que nadie me lo iba a poder dar porque era algo tan puro que solo podía darse en la niñez... Aferraba ese sentimiento como algo precioso, ese recuerdo como un salvavidas.

Y hoy me sorprende pasar por esas calles y no ver nada. Verlas a todas iguales. Porque yo sabía QUÉ CALLE con QUÉ SAUCES era. No eran todas iguales, jamás.

Hoy sí.

Qué pasó?

Necesito...

Una revolución en mi...

pero no pacífica.

Necesito portarme mal

Patear algunos tachos de basura

necesito DESCONTROL

salirme de la tangente habitual.

y replantearme algunas cosas...

Ella

La conocí desnuda y entró a mi sin preguntar como las mejores cosas que me pasaron en la vida.

Me acogió entre sus brazos como una madre cuando la mía me faltaba. Me consoló cantando en las dulces cuerdas de mi guitarra, en los pájaros que cantan por la mañana. Llenó mis oídos para que no escuchara más nada de esas cosas terribles que por ahí andaban...

Vino en las voces de muchos viajeros y me dio vuelo para abrir mis propias alas. Y yo que me revelaba, no pude más que perder mi cabeza en ella.

Me llevó anestesiada, embriagada y profundamente dominada: Conocí amores fugaces y amistades perdurables... escribí historias, escribí escribí, escribí...

Me contó que a ella le habían dibujado un vestuario para poder recordarla, porque las mentes humanas son demasiado estrechas para apreciarla cuando es abstracta. Pero ella sabe que quienes la aman la conocen desnuda y conocen su alma. Ella sabe que son como sus hijos, que sembró una semilla en sus almas.

Yo la quiero para toda la vida, pero tengo miedo de alejarla.

Me recorre como las venas a mi cuerpo y así me alimenta.

Ya creo imposible de mi,

separarla.

La travesía.

Miré el celular. 3. 30 AM y cero msjs como respuesta. "Ok. Me chupa un huevo me mando igual" Cerré los ojitos y dormité exactamente media hr más. No quería desayunar, no me importaba. Me cambié, llamé el remisse y partí.

Pisé la terminal con la ansiedad de encontrar las boleterías abiertas a esa hora y... BINGO! Lo estaban! Nunca quise tanto ese lugar como en ese momento. Se me vinieron a la cabeza los toooodos los momentos que vivi ahi como si estuviese por morirme y repasara mi vida.

Subí al Plaza (♥) y me dediqué a sufrir el resto del viaje, mientras que lo empujaba con mis pensamientos "acelerá acelerá acelerá" surtiendo el efecto contrario algunas veces. Sabía que estaba llegando tarde. Así que ni bien bajé me convertí en un blackbird: No corría... volaba literalmente.

Con distancia de una cuadra a las 6 de la mañana corrí a sentarme en mi lugarcito, y finalmente me dediqué a esperar: llegaron mis dos amigas, socialicé con un guitarrista de una banda que fui a ver hace mucho (un buen tipo), cayó el novio de una de ellas y la fila se hizo... sobrellevable sacando negras o corcheas según los golpes de los constructores que teníamos al lado, entre otras cosas. Era algo nomás del infierno.

En el ultimo tramo ya no sabíamos como pararnos y para colmo, cuando tuvimos diez personas adelante sale una vieja y nos comunica muy sonrientemente: "Quedan 350"

EMPECÉ A TEMBLAR literalmente.

Sentía la cuchilla de la guillotina rozandome la nuca y la espalda y empecé a prepararme para lo peor: " Lloro? no lloro? Me contengo! Bien, y si es asi no hablo con nadie mas o menos por una semana" Listo.

Hasta que el tipito que controlaba la fila me pone la mano y me dice. "PASÁ" Uffff!!!

"Hola sí quiero me entrada, quedan?"-

"Sector G" (donde carajo es eso????)

"Dámela igual!!!!"

Y en en ese momento Rockefeller era un poroto. Puse los billetes sobre la mesa y empecé a contar. Listo entrada en mano. Vas a ver a Paul Mc Cartney.

Hubiese saltado gritado y demás. Pero por respeto a las personas que no pudieron conseguir y que no estaban mucho más lejos que yo (o sea que se comieron de 6 a más hrs de cola) no consiguieron. Fue un triunfo agridulce.

Truth is, everybody is going to hurt you;

you just gotta find

the ones worth suffering for." -Bob Marley

In my life.

Hay un día para este tipo de cosas, pero yo nunca me acuerdo de la fecha, y como todo memorándum que no sea un recital (o la mayoría de ellos), me acuerdo 2 días antes o el mismo día que existe ese día (a no ser que facebook me lo diga).

He aprendido a vivir con cierta gente.

Esa gente que me encontré alguna vez en alguna parada de micros, en un sitio cibernético o en un recital y que de ahí en más no me olvidé.

Esa gente con la que se dio un diálogo casi desde el momento en que les dije "Hola" y nos empezamos a cagar de risa de entrada y me cambiaron las cosas. Para mejor, la mayoría mayoría.

Ellos son de los que cuando les pasa algo malo o me peleo me dejan en vela.

Cuando los encontraba pensaba que los iba a poder tener cerca casi siempre o siempre: Es ese estado de que cuando conocés a alguien y te cae tan bien y pegás onda y todo corre como por arte de magia y decís "Quedate conmigo acá al lado siempre!!" Pero no. Muchos viven lejos, las circunstancias no ayudan y yo tmp lo hice. Y tmb me di cuenta que si no fuera gracias al aire que dan ciertas distancias eso tan lindo se haría mierda.

Con muchos de ellos aprendí MUCHAS cosas, y sigo haciéndolo.

Aprendí a aceptarlos como son y a quererlos así, sin chistar casi. Por que la mayoría son unos locos de mierda ( y yoga?) y así los quiero. Aprendí a extrañarlos y a pensar "Ojalá estén bien" y a pedir desde mi corazón que así sea.

Porque aprendí que aunque siga mi camino hacia donde sea y ellos el suyo, en mi vida siempre los voy a querer.

Woke up!

Estuve un año adormecida. Un año y un par de meses.

Si bien empecé a levantarme, mi amor por la música tal y como era antes despertó nuevamente HOY.

Gracias Pablo.

"-no volvamos a pelear... chiquita!" Homero Simpson.