La mejor imagen que definiría todo, que cerraría el día, era la de nosotras (y especialmente la mía) era la nuestra volviendo a La Plata en el tren. Viajando sin la mayor preocupación que la de llegar y recordando lo que habíamos pasado recién. Sin otra cosa que las vías por delante y muchas cosas buenas dejadas atrás. Pero no dejadas para mal. Vividas, de manera gratificante y con todo el futuro por delante, sabiendo que, solamente lo voy a enfrentar por las cosas que quiero (que no están muy ordenadas pero... en eso están)
No podría haber gastado mejor una tarde. Compartiendo con personas (término que me plantea muchas idas y venidas) que aprecio mucho un lindo momento, de hablar de la vida, de algunas cosas difíciles pero con un convencimiento reticente en el fondo que puja por seguir adelante.
Todavía queda algo de rock and roll tirando por ahi abajo...
Y con lo que más amo, presente y como motivo de reunión. La música.
*Sí, a veces me gusta sentarme a ver las ruedas pasar... o el tren, depende.
